

Al perder contacto con la aeronave, los controladores de McMurdo organizaron partidas de búsqueda y rescate. Un avion Hércules de la Marina de los Estados Unidos hizo un vuelo de reconocimiento en el Monte Erebus y confirmó lo peor. En el lugar del impacto habian cuerpos desmembrados y escombros de avión.
La cola con el distintivo koru maori (el sÃmbolo de la aerolÃnea) estaba casi intacta.
Los rescatistas no hallaron sobrevivientes.

El presidente de la Air New Zealand en ese entonces, Morrie Davis, dijo en conferencia de prensa que la investigación estaria a cargo de Ron Chippendale, que era investigador de accidentes aéreos del pais, y segun las evidencias que tenia en ese momento dedujo que la culpa era de los pilotos.
Según Chippendale, Collins no estaba seguro de su posición y habia hecho bajar al avión a una altura inadecuada para poder ver en dónde estaba. Y que al parecer Brooks, como ingeniero de vuelo, no estaba en su puesto al momento de que las alarmas estaban sonando.
La aerolinea se acogió a ese veredicto y respaldó al investigador.
Gordon Vette, veterano piloto de la Air New Zealand, quien ya habia volado esa ruta turistica y que era amigo personal de Jim Collins sospechaba que las cosas no eran como decia el informe Chippendale, y arriesgando su carrera de piloto en jefe decidió investigar por su cuenta.
Encontró que, efectivamente, la aerolÃnea habia decidido volver a la ruta original, que pasaba justo por encima del Monte Erebus, pero que se habian olvidado de avisarle a la tripulación.
Pero no fue lo único que encontró: la decisión de volver a la ruta original estaba en un memo.
Cuando se transcribió a máquina para poder distribuirla en los departamentos de la aerolÃnea, se habia cometido un error de tipeo en el valor de la longitud geográfica de uno de los puntos de ruta.
Esto llevó a que el departamento de informática de la aerolÃnea cargara la computadora de vuelo con un dato incorrecto, tal cual como figuraba en el memo, lo que obligó a la aeronave a hacer una trayectoria diferente, mucho más al Este incluso que la trayectoria original (en color naranja en la imagen que sigue)

Chippendale se aferraba a la version de que la tripulación debió saber que estaban aproximándose a tierra y de que debieron notar que las coordenadas estaban mal, pero Vette lo rebatió diciendo que el radar de aproximación no funciona igual con hielo sólido sino hasta que la colision está demasiado próxima, y que no habia forma de saber que las coordenadas eran erróneas, y le hechó en cara el hecho de que en el informe Chippendale nunca menciona el fenomeno de la blancura total, que pudo haber sido, junto con el error de coordenadas, una de las consecuencias del fatal accidente.
Chippendale seguia tomando el alegato de que el piloto estaba volando demasiado bajo, eso tambien le fue rebatido por Vette al traer al jurado un folleto de la aerolinea en donde se ven fotografias del paisaje antártico tomadas a la altura a la que volaria en avion, a unos 450 metros sobre tierra.
Esta versión fue corroborada por los operadores de la estación de McMurdo que prestaron testimonio y que estaban de turno ese trágico dia. Ellos habian autorizado al piloto a descender a 450 mts sobre el nivel del suelo y aquella era una altura rutinaria en ese tipo de vuelos turisticos.
Luego de varios alegatos se llega por fin al veredicto final:
El juez Thomas Mahon liberó de toda culpa a Collins, Cassin y Brooks, al reconocer que, efectivamente, el error de omision y de tipeo del departamento de informática de la aerolÃnea fue fundamental en el accidente, y que el fenomeno de la blancura total fue determinante para que Collins no pudiera ver que de frente tenia al Monte Erebus
Se obligó a la aerolinea a pagar los costos del juicio y una multa adicional de $150.000 dólares neocelandeses